Grupo Folk "O son das Ondas"

Grupo Folk "O Son das Ondas"

     Este es el grupo Folk "O son das Ondas", perteneciente a la Sociedad Cultural "Helios" de Bembrive. Su creador es D. Manuel Olegario Rodríguez.

    Si quieres oir un tema del grupo dale al siguiente enlace (pincha aquí) y lo tendrás listo para oir una vez remates de leer la página.

Historia del Grupo :

        Nace el 21 de marzo del año 1997,  y su primera actuación la realizaron en el auditorio del Centro Cultural "Helios" de Bembrive, bajo el apadrinamiento del grupo folk "Tarxa".

 Integrado por siete componentes de edades comprendidas entre los 15 y los 50 años , alternan en su repertorio composiciones de creación propia, con música de su director y letra de sus componentes, como "O son das ondas", "O pín pín" y "No torreiro de Bembrive ", con obras tan conocidas como "Catro vellos mariñeiros" o “O incendio da porta do sol".

            Nacido por iniciativa de su primer director, D. Manuel Olegario Rodríguez, que alterna la dirección de esta formación con la del grupo de acordeones “Algareiro ", utilizan en sus actuaciones instrumentos tan tradicionales como la gaita , la pandereta, las cunchas, las tarrañolas, o el pandeiro con otros, que después de ser utilizados inicialmente por muchos grupos folclóricos comienzan ahora a recuperarse para estos conjuntos como puede ser el acordeón.

    En el año 2000 se incorpora a la profesora de percusión, quien también pasa a ser componente del grupo, Isabel Mouzo Ameijeiras. El grupo tiene hecho numerosas actuaciones en los centros culturales de nuestra comunidad autonómica, así como en la   Festa do Vixiador , Festival Internacional Festas de Vincios ,Bueu , Tuy, Ramallosa , San Roque en la fiesta de los socios de Citroen, etc ...

    En el año 2001 actúa en la presentación del libro de la poetisa Marina Fernández Rodríguez; el libro titulado "Pintei a miña terra" tiene un poema titulado "Esta noite" que fue interpretado por el grupo, el cual compuso la música. En el año 2001 instaura en el Centro Cultural "Helios" el Festival Tradicional, que llevará todos los años el nombre de "Festival Tradicional Eugenio Rodriguez Freiría".

Instrumentos tradicionales gallegos :

      Desde siempre el instrumento gallego por excelencia ha sido la gaita. Este instrumento siempre se ha visto acompañado por el tambor o caja; y a lo largo de los años se han ido acoplando diversos acompañamientos como puede ser el bombo, la pandereta, e.t.c, ... pero como decimos el referente histórico de la música gallega tradicional es la gaita y el tambor.

    Hoy en día la música folclórica o música folk está teniendo un gran auge, de manera que esto beneficia a que no se pierdan las tradiciones y los instrumentos que marcan las culturas. Los grupos folk actuales se nutren de una gran variedad de intrumentos tradicionales como pueden ser : la gaita, el tambor, el acordeón, la pandereta, el pandero, las cunchas, el violín, e.t.c... Actualmente cada vez son más los grupos que incorporan en su instrumental la histórica zanfona, instrumento muy antiguo y que con el esfuerzo de unos pocos músicos está volviendo a renacer, ya que casi estaba perdida en la historia.

    Vamos a profundizar un poco en la historia de los instrumentos tradicionales gallegos. En el caso del instrumento gallego por excelencia, la gaita, ya disponemos de una ámplia inforación en la sección de la Banda de Gaitas al igual que disponemos de ámplia información histórica del acordeón en la sección del grupo de acordeones y a la pandereta en la sección del grupo de pandereteiras. De esta manera nos referiremos al resto de instrumentos tradicionales de nuestra música para que quede constancia de todos ellos.

    El Tambor, la Caja y el Bombo :

    Los tambores son instrumentos de percusión de forma cilíndrica, en los que las dos bases están constituídas por dos membranas tensas de cuero. Las grandes civilizaciones de la antigüedad (Mesopotamia, Babilonia, Egipto, India, Grecia y Roma), presentan en  sus iconografías representaciones de tambores diversos. Están íntimamente asociados a los ritos, a la magia y a las leyendas. Se piensa que es de origen oriental y que desde allí se extendió por el Mediterráneo hasta llegar a Galicia.

        Históricamente el tambor es un instrumento predominantemente masculino, aunque hoy en día es habitual ver a las mujeres empleando estos instrumentos percusivos. Su uso es muy antiguo en la música tradicional. Ya el Arcipreste de Hita en el siglo XIV menciona los “atambores”, y Menéndez Pidal esclarece que los “juglares de los atambores” eran de categoría inferior. Según los antiguos escritos, en los concursos de juglares que se reunían con motivo de las fiestas nobles, los tamborileros y tocadores de trompa eran relegados a lugares apartados, para que su barullo no perjudicase el sonido de los otros instrumentos más delicados y “de más noble música” como las violas, arpas, cítaras, e.t.c...

    Son instrumentos de percusión directa por efecto del golpe de uno o dos bastones (baquetas o mazas). Los tambores gallegos son, en general, de este tipo y se presentan en tres formas morfológicas diferentes: tamboril, caja y bombo. Los tambores, tanto el bombo como la caja y el tamboril, son los clásicos y eternos acompañantes de la gaita, a la que le ponen una base rítmica a las melodías que interpreta.

               El Tamboril :

        Es un tambor pequeño de sonido profundo, oscuro, penetrante y cálido. Corresponde al denominado "tambor femenino" de Oriente. Inicialmente se empleaba en ritos y danzas dedicadas a la divinización y fecundación de la mujer, contraponiéndose al tambor “masculino” que viene siendo nuestra “caja”, de forma y sonido planos, seco y abierto.

Tamboril Tradicional

    Es un instrumento muy antiguo que vemos representado en el Códice Escurialense de las Cantigas de Santa María. Consiste en un cilindro de madera alargado, en el que las bases están cubiertas por dos parches de piel ajustados mediante aros que se unen entre sí por una cuerda tensada de uno a otro alternativamente. Cada dos segmentos de cuerda consecutivos se coloca un tornillo de cuero que se puede correr sobre ellos aumentando o disminuyendo la tensión de las cuerdas, lo que repercute en la de los parches.

    Se toca colgado de la cintura y se golpea con dos baquetas de madera cogidas de distinta manera con cada mano. Las baquetas hay que cogerlas de modo firme y suelto para que facilite una mejor interpretación de los matices. Es fundamental mover los pulsos para darle mobilidad a la mano y conseguir un sonido limpio y nítido. Se golpean alternadamente y se combinan siguiendo los distintos ritmos que tengan que marcar. Las baquetas son torneadas en roble, granadillo, o otra madera dura, y conviene que remate en una pequeña bola que se apoya sobre el cuero.

    El tamboril en Galicia, a diferencia de otras zonas, es un clásico acompañante de la gaita. No hay grupo que no tenga uno que le ponga una base rítmica a las melodías que emiten aquellas. A veces, es substituido por la caja, sobre todo en los grupos que llevan incorporado algún instrumento de viento, como la requinta, el clarinete o el saxo, tan de moda en las fiestas de los primeros años del siglo.

    Actualmente con la aparición de las bandas de gaitas (tipo de agrupación non tradicional), se están utilizando otra clase de tambores con parches sintéticos e bordones metálicos, para que ganen en protagonismo en el conjunto, ya que el tradicional tiene un sonido bajo y opaco que no se percibe cuando toca con muchas gaitas, y quedaría relegado siempre a un segundo plano.
 

            La Caja :

    Por su estructura general, graduación de las pieles y sistema de fijación, se parece mucho a los tamboriles, y muestra la misma variedad de sistemas que estos; pero se distinguen de ellos por sus menores dimensiones y, sobretodo, por la existencia de uno o más bordones sobre la piel inferior. Estos bordones son, generalmente, de tripa, y más recientemente de nylon o metal, y se fijan a un registro que gradúa a tensión.

Caja Tradicional

    La caja se lleva suspendida de un gancho agarrado a una correa que va a la cintura. Se toca en posición horizontal con dos baquetas de madera y de cabeza fina. Las baquetas se aseguran de modo firme e suelto de la misma manera que en el tamboril, golpeando ambas alternada y combinadamente según la gran variedad de ritmos, y siempre sobre la piel superior; la piel inferior, que lleva el bordón, “responde” pero no toca.

    Acompaña a las gaitas, pero más que nada se usa en grupos de charangas que llevan variedad de instrumentos, como la requinta, el clarinete, el saxo, etc...

            El Bombo :

    Es un tambor cilíndrico de grandes dimensiones que se caracteriza por la ausencia de bordones y, por lo tanto, cuando es golpeado, sus pieles vibran libremente con una sonoridad profunda e difusa. Las pieles van ajustadas mediante aros que se unen entre sí por una cuerda tensada de uno a otro alternativamente. El sistema de tensión es idéntico al del tamboril y, consecuentemente, la afinación es graduada por el mayor o menor tensamiento de la cuerda que aproxima más o menos los arcos.

    Los bombos se transportan y se tocan colgado de los extremos de una correa que viene siendo un cinto que pasa sobre el hombro derecho y bajo el brazo izquierdo, quedando el instrumento en posición ligeramente horizontal o inclinada. La maza con la que se golpea es de cabeza grande y ancha, almohadillada con tela de fieltro, algodón o material similar, y de mango corto.

    Su incorporación a la música popular coincide con la aparición de los grupos de gaiteiros formados por dos gaitas. Junto con el tamboril, es el encargado de marcar el ritmo: bien a tiempo, bien a contratiempo, hace fuertes, pianos, diferencia partes, ...

    La maza del bombo debe tener unas buenas cualidades rítmicas y una buena técnica, ya que aún que parece sencillo, se requiere una seguridad que garantice la buena interpretación musical. Un mal tocador puede echar a perder una pieza musical, o una pieza de baile.

 El Pandero :

    Hoy en día está ubicado en la tradición musical gallega, pero en otros tiempos se conoció por otras regiones españolas. Es un instrumento de percusión directa, consiste en un bastidor cuadrado de madera, biselado por fuera, que en el interior lleva un número indeterminado de cuerdas tensadas de extremo a extremo en contacto con la piel.

Pandero Tradicional

    La forma de tocar varía de unos lugares a otros pero siempre  acompañaba muchas cantigas, especialmente a los cantos que llevan  su nombre, y que son tan interesantes y característicos.

    De su importancia en el contexto de la música tradicional, dan fe los géneros cancionísticos que la denominación del instrumento ocasionó : “Cantar do pandeiro”, “Pandeirada”, “Baile de pandero”. Pero hoy en día es un instrumento prácticamente desaparecido y quedan muy pocas personas que lo toquen. En Galicia se conserva en el sur de las provincias de Orense y Pontevedra.

    En algunos lugares el pandeiro aparecía como exclusivo de la mujer. El que lo tocaba se agrupaba por veces con el gaiteiro, formando un pequeño conjunto de instrumentos de simplicidad rústica. Hoy en día acompaña al canto, y es el elemento rítmico indispensable en los bailes de “pandeirada”.

    La Zanfona :

        La zanfona es una especie de violín mecanico en el que cambia el sonido pulsando las teclas de un teclado, las cuales vibran por efecto de una rueda enrresinada, situada en un extremo del instrumento que gira mediante la acción del intérprete sobre un manubrio, elemento que viene a sustituir lo que seria en el violín el arco. La zanfona en Galicia tiene dos cuerdas como bordones, y tres cuerdas cantantes, las cuales son las encargadas de interpretar la melodía.  En el resto de Europa hay muchas variaciones de este instrumento, pero con modificaciones locales muy leves, lo que hace que todas las zanfonas sean muy similares y que lo único que varía según las zonas sea la manera de tocar la misma, pero por norma general este aspecto varía muy poco.

Ciego tocando la zanfona

Su origen aunque es algo oscuro esta bien definido que es europeo, y se introdujo en Galicia a través del Camino de Santiago, siendo la primera referencia histórica en Galicia la del año 1662. Podemos situar su aparición cerca del Siglo X, basándonos en una alusión a un texto atribuido a Odón (878-942), abad de Cluny, pero este instrumento podría ser más un organistrum que una zanfona. La existencia del organistrum en el Siglo XII, queda probada por los bajorrelieves de Bocherville; y también se confirma por algunas miniaturas de las Cantigas de Santa María de Alfonso X. Tanto el organistrum como la zanfona parecen estar muy ligados a la música religiosa en su origen. Desde el Siglo XVI, la zanfona pasa a manos de los juglares y mendigos, y desde finales del siglo pasado recupera su importancia dentro de la música popular en Inglaterra, Francia, Bélgica, ... y paises tan lejanos como son Hungría o Ucrania. La zanfona también estuvo de moda entre la aristocracia en los Siglos XVIII, XIX. Compositores importantes de música clásica también le prestaron la atención que se merece y le dedicaron parte de su obra.

 Durante muchos siglos la zanfona fue exclusivamente un instrumento de gentes casi marginales siendo tocada por ciegos y mendigos que recorrían nuestras tierras de feria en feria. Durante este ámplio periodo de la historia no tenemos constancia de nadie que se dedicara a tocar la zanfona fuera del ámbito al que estaba relegada; por lo tanto no tenemos información de ningún músico popular que emplee la zanfona para acompañar bailes en cualquier otra manifestación de nuestra música popular.

Zanfona tradicional

Durante la edad media gozó de otro estatus y otro ámbito de uso por lo que podemos observar en las manifestaciones pictóricas e iconográficas de las Cantigas de Santa María de Alfonso X. Al mismo tiempo que ocurre esto en Galicia, en otros paises europeos la zanfona es un instrumento muy importante, utilizado para animar bailes en compañía de gaitas, acordeones y otros instrumentos populares.

 En Galicia y prácticamente en toda España, será el abogado orensano Faustino Santalices, quien inicie un proceso imparable de recuperación del instrumento. Realiza en el año 1953 varias grabaciones discográficas, importantes conferencias, y en el año 1956 publica el que es hasta ahora el único método de zanfona editado en nuestro país. A pesar de los esfuerzos que realiza, la zanfona aún no está del todo presente en la música tradicional gallega, debido a la falta de escuelas, su elevado coste y falta de promoción del instrumento. En este último aspecto, hoy en día son muy pocos los grupos tradicionales que la utilizan ocasionalmente. Todos estos problemas tendrían que solucionarse para que la zanfona vuelva a tener una presencia destacable en la música tradicional gallega.

 Hoy en día son 2 centros los que están trabajando en favor de la zanfona, con el objetivo de difundir los conocimientos para su practica y creación. Estos centros son la Universidad Popular de Vigo y el Centro de Artesanía de Lugo, y están trabajando duro para que la música mágica que irradia la zanfona no se pierda en la Historia.

Con el fin de que el sonido de la zanfona no se pierda en los tiempos, hemos puesto a disposición de todos aquellos que lo deseen un archivo que nos muestra el mágico sonido que produce la zanfona, pincha aquí para poder oirlo, esperemos que te guste.

Información para bajarse :

Sonido :

        Archivo que muestra el sonido característico e inolvidable de la zanfona